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El Emirato Independiente de Mula 1239-1244 por Juan Gutierrez García

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El Emirato Independiente de Mula 1239-1244

 

A lo largo de la Edad Media, Mula fue una plaza fuerte y jugó un papel muy importante en la antigua Kûra de Tudmîr (Reino de Murcia), como así lo recogen las crónicas de la época, tanto musulmanas, como cristianas. Aquí vamos a destacar los últimos años de la Mula Musulmana.

La inestabilidad política y social que vivía el al-Andalus en el primer tercio del S.XIII, y en especial el Reino de Murcia, provoca una serie de acontecimientos que hace insostenible la convivencia entre las distintas dinastías musulmanas. Esta situación, es provocada por la presión que ejercían por una parte, el avance de la reconquista cristiana con el rey de Aragón Jaime I y el rey de Castilla Fernando III, y por otra, las continuas guerras entre los propios musulmanes.

Aprovechando el enfrentamiento que mantenían los almohades por el poder, el arraez (alcaide) de Ricote, Ibn Hud, al frente de un reducido grupo de revolucionarios se levanta contra el jeque (gobernador) de Murcia, Abulabas, derrotándole y proclamando el 4 de agosto de 1228 el Emirato Independiente de Murcia, tomando como título al-Mutawakkil. Pronto sería reconocido como emir (rey) Ibn Hud por los arraeces de las plazas fuertes cercanas a Murcia, como Oriuhela, Cartagena, Lorca y Mula.

A principios del año 1238, era asesinado Ibn Hud en Almería, esto provoca una enorme crisis política en el reino. Esta crisis es aprovechada por los jeques de otras provincias para desligarse del Reino de Murcia provocando su desmembración. La lucha por el poder tras la muerte de Ibn Hud, lleva a lo que queda del reino murciano a su descomposición.

Tras el corto reinado de al-Watiq y de Ibn Jattab, en abril de 1239 se hacía con el poder el destronado rey de Valencia, Zeyyan Ibn Mardanix a propuesta de los cadíes (jueces) murcianos. Todos esto cambios en la soberanía del reino termina por acabar con la paciencia de los ciudadanos murcianos, altos de pagar impuestos que solo servían para enfrentarse entre ellos. A los pocos días de su nombramiento, este reyezuelo valenciano no es aceptado por los arraeces importantes del reino. Oriuhela se subleva proclamándose independiente, esto debilita aún más al nuevo monarca. A continuación, le sigue Lorca y proclama su independencia. La insurrección se apodera del Emirato de Murcia.

Poco tiempo después, el arraez de Mula, al-Bohacen Belcli, aprovecha este desorden político y la debilidad de la soberanía de Zeyyan para seguir los pasos de Lorca, proclamando el Emirato Independiente de Mula. A partir de este momento, al-Bohacen dicta sus propias leyes, los abusivos impuestos que exigía Murcia, son reducidos, esto le permite ganarse la confianza de su pueblo y consolidarse al frente del emirato muleño.

En 1241 volvía la dinastía hudita al frente del emirato tras la caída de Zeyyan. El nuevo emir murciano,hermano de Ibn Hud y del mismo nombre que este, gobernaría con el título Bahaodaula. Consigue

someter al arraez de Oriuhela, pero la debilidad de su hueste no permite acometer otra batalla contra una plaza fuerte como Lorca o Mula. La falta de medios al no recibir ingresos de las ciudades importantes, a llevado a la capital a una debilidad absoluta. Mientras el caos y el desorden se apoderan del languidecido reino murciano, los muleños viven un periodo prospero y en paz, esto permite a al-Buhacen Belcli afianzar el Emirato Independiente de Mula.

Dos años después, lo que quedaba del antigua Kûra de Tudmîr se ve acosada por todas partes. Por el este los aragoneses avanzan hacia la capital. Por el norte el rey de Castilla acosa las fronteras. Y por el oeste la amenaza es el primer rey nazarí. La solución a este avance por todos los frentes es capitular. La capitulación más favorable para el rey hudita sería ante el soberano de Castilla, que ocupado en las fronteras andaluzas y lejos de Murcia le permitiría seguir al frente de su reino. Así pues, Ibn Hud envía unos mensajeros a Toledo al encuentro del infante Alfonso para ofrecerle el Emirato de Murcia.

En abril de 1243, los mensajeros murcianos y el infante pactan en Alcaraz las condiciones de la capitulación. Pero Cartagena, Lorca y Mula no quieren entrar en “pleytesia”.En mayo de 1243 entra en Murcia el infante Alfonso al frente de su hueste, toma posesión del alcázar y los castillos que capitularon abasteciéndolos de soldados. Después de dejar los castillos a buen recaudo,el infante se dirige a Mula con una compañía de hidalgos, quizá a conquistarla, pero “Mula es villa de grant fortaleza et bien çercada, et el castiello della es commo alcaçar alto et fuerte et bien torrado”, esto aconseja no acometer acción alguna contra los muleños. Ante la dificultad de conquistar la fortaleza de Mula, Alfonso decide ir al encuentro de su padre, antes de partir, deja un grupo de caballeros para que hagan “cabalgadas” sobre la villa con el animo de ir quebrantando la voluntad de sus moradores.

Una vez en Toledo , el rey Fernando III es informado por su hijo de cómo está la situación en el Reino de Murcia. Unos meses después, regresa acompañado de los maestres de las ordenes militares y “con grant recua et gran conpanna”. Refuerza la guarnición de los castillos que capitularon y los abastece de conducho”. A principios de 1244, el infante y su hueste ponen cerco sobre Mula. La cercanía de las mesnadas cristianas, obliga a los sarracenos que vivían a extramuros, a refugiarse en el interior de las murallas. Mientras, los cruzados levantan el campamento junto al río en previsión de un largo asedio. Pero los muleños estaban preparados para resistir “grandes días”.Durante estos cuatro años de independencia, Mula ha crecido económicamente, lo que permite a al-Bohacen Belcli reforzar las murallas, equipar y aumentar sus guerreros y acumular gran cantidad de provisiones, todo esto junto a la orografía de terreno hacía de Mula una plaza inexpugnable. Esto tenía confiado y tranquilo al emir muleño dentro de sus muros. Durante el sitio, los cristianos emplean la guerra sicológica contra los moros. Queman sus pastos, los huertos son arrasados, la acequia mayor que servía para el abastecimiento de agua a la villa, es destruida. Con catapultas, lanzan animales muertos con el fin de provocar enfermedades y epidemias. Mientras, construyen ingenios de guerra para el asalto final.

ACEQUIA MAYOR DE MULA

 

A finales de abril de 1244, el infante regresa a Mula después de firmar el pacto de Almizra con el rey de Aragón. A su llegada, ordena intensifica el cerco sobre la villa. Mientras tanto, la vida en el interior de las murallas se hace insostenible, la miseria y el caos se va adueñando de los moradores de la villa. Las enfermedades hacen estragos en los de adentro, la comida es racionada y el agua escasea. Pero los muleños no se rinden.

Para los de afuera, la comida no escasea y agua hay en abundancia, pero el largo tiempo de inactividad tiene a la tropa aburrida e inquieta. El heredero de la corona consciente del malestar de su hueste, decide terminar con este largo asedio y envía un mensajero a “pleytear” con el emir de la independiente villa de Mula. El mensajero, al pie de la puerta del mediodía comunica al arraez, al-Bohacen Belcli, las condiciones para que entregue la villa o la “entraran con las armas”. El alcaide, lejos de amedrentarse, le contesta al mandadero desafiante y burlón, “que ganaría la villa cuando la mula pariese”. La furia y la rabia se apoderan del infante al ser informado de la arrogancia del moro. El cerco mantenido durante meses no ha servido para doblegar el orgullo del moro. Encolerizado, da orden de tomar la villa a sangre y fuego, “et tanto la afinco de gerra et de grandes conbatimientos”, que los aguerridos guerreros cristianos consiguen tomar la villa y su fortaleza el 23 de mayo de 1244. Y de esta guisa, el infante Alfonso, futuro rey de Castilla, y sus “caudilleros”ponen fin al Emirato Independiente de Mula.

Juan Gutiérrez García.

FUENTES:

Crónica General, que mandó componer Alfonso X en el S.XIII. Edición de Menéndez Pidal.

Historia de Murcia musulmana. Mariano Gaspar Remiro, Zaragoza 1905.

La reconquista de Murcia por el Infante D. Alfonso de Castilla. A. Ballesteros Beretta, MVRGETANA 1949

El reino musulmán de Murcia en el siglo XIII. Juan Torres Fontes, Anales Universidad de Murcia 1952.

La reconquista de Murcia en 1266 por Jaime I de Aragón. Juan Torres Fontes, Murcia 1967.

Historia de la Región de Murcia. Murcia 1980. Vol. III, varios autores.

Escritura de Población de Mula. Juan Gutiérrez García, Mula 1999. Inédita