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Jue, Mar
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Detalles de trabajo de la Policía Nacional para detectar y desmantelar los cultivos de 'maría' en Murcia.

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Tufo penetrante y permanente a marihuana; ruido incesante de aparatos de aire acondicionado, y entrada y salida constante de gente a un inmueble. Olfato, oído y vista. Es la ecuación que no suele fallar para detectar que en una vivienda se está cociendo algo, o más bien se está cultivando 'maría' y traficando con ella. Ese fue el patrón que puso al descubierto la enésima plantación de marihuana desmantelada por la Policía Nacional en Murcia en una vivienda de la pedanía murciana de la Raya el pasado mes de noviembre. Pero, ¿cuál suele ser el método de trabajo que siguen los investigadores para obtener indicios suficientes que le lleven a actuar contra los responsables de un cultivo 'indoor'?

Las diligencias policiales de una investigación a las que ha tenido acceso LA VERDAD aportan algunos detalles de los pasos que suelen dar los investigadores de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco). En este caso ya le habían echado el ojo a la casa de dos plantas, ubicada en la plaza de la Iglesia, en pleno centro de La Raya.

Las patrullas del Grupo Operativo de Respuesta (GOR) y de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana fueron las encargadas de comprobar la ecuación antes mencionada: los movimientos sospechosos en el domicilio investigado; la presencia de fuertes olores a marihuana, y el continuo funcionamiento de aparatos de aire acondicionado en el patio edificio investigado.

El trabajo de vigilancia, no obstante, no fue sencillo debido a la ubicación del inmueble, en pleno centro de la pedanía, y a la presencia permanente de 'aguadores' —personas dedicadas a alertar y avisar de presencia de vehículos o personas desconocidas o que infundan sospechas—.

Captar la emanación de calor

Por ello, recurrieron a medios técnicos más sofisticados, concretamente al uso de una cámara térmica, para observar y analizar las fuentes de calor que procedían de la casa. El aparato detectó la existencia de importantes fuentes caloríficas, como las emanadas de una de las ventanas de la primera planta, lugar donde estaba ubicada una de las plantaciones de marihuana.

Durante las vigilancias realizadas al domicilio pudieron observar un gran trasiego de personas. La discreta vigilancia tuvo como resultado la obtención de imágenes de supuestos compradores, abandonando la vivienda con la droga adquirida en una mano.

«Gracias a las pesquisas también se tuvo conocimiento de que los dos investigados se dedicaban supuestamente a hacer portes de drogas a domicilios, conocido en el argot como 'telecoca' y a efectuar entregas en las inmediaciones. Para desplazarse empleaban patinetes eléctricos y ciclomotores», indica el atestado policial.

Sin luz, sin agua, sin habitar

Otro aspecto fundamental en la investigación fue la consulta a la compañía suministradora del fluido eléctrico sobre la persona que pagaba el recibo del consumo eléctrico del inmueble investigado. La respuesta de la empresa fue que la casa carecía de contrato, ya que estaba dado de baja. Igualmente, el servicio municipal de aguas respondió que tampoco constaba contrato alguno y que se había dado de baja siete meses antes. Por último, en la consulta del censo municipal de estadística del Ayuntamiento de Murcia no constaba que la vivienda estuviera habitada.

«De los datos expuestos se desprende que nos encontramos ante una vivienda ocupada y utilizada para el cultivo de marihuana y a la venta de sustancias estupefacientes, siendo el responsable de su explotación los dos hombres investigados», exponen las diligencias.

Los investigadores de la Policía Judicial consideraron que ya tenían los indicios suficientes sobre el 'modus operandi' empleado por los ocupantes de la casa para llevar a cabo el supuesto cultivo de marihuana y el tráfico de estupefacientes y solicitaron un mandamiento judicial para la entrada y registro del inmueble.

La intervención policial se llevó a cabo a las 13.10 horas del 3 de noviembre. En una de las habitaciones de la planta alta, los agentes hallaron 51 plantas de marihuana de un metro de altura en estado de floración; siete lámparas halógenas; siete transformadores; tres ventiladores; dos aparatos de aire acondicionado.

En el cuarto contiguo había otra plantación con 54 matas de 'maría' en floración; siete lámparas halógenas y transformadores; un extractor, y cuatro ventiladores. En la planta baja se incautaron 11 gramos de cocaína preparados en papelinas para su venta.

Los agentes decomisaron 105 plantas de marihuana, 99 gramos de cogollos; 11 gramos de cocaína repartidos en 14 papelinas, supuestamente para hacer la venta de la 'telecoca'; algo más de un gramo de hachís; una pistola de aire comprimido; 14 lámparas halógenas; 18 transformadores; dos filtros; siete ventiladores, y cuatro aires acondicionados.

 
Toda la droga fue destruida y se detuvo a un hombre y a su hijo, que fueron puestos a disposición judicial. Ambos quedaron en libertad tras declarar sin que el juez adoptara medida cautelar alguna contra ellos. Sin embargo, el meticuloso trabajo policial estaba hecho.
 
FUENTE: LA VERDAD DE MURCIA- Raúl Hernández