Encuentro de Arte y Gastronomía del Museo Cristóbal Gabarrón de Mula
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“El I Encuentro de Arte y Gastronomía del Museo Cristóbal Gabarrón de Mula es un paso para desacralizar el arte y ponerlo en contexto con la gente”
La Fundación Casa Pintada celebra el XVII aniversario de la inauguración del Museo Cristóbal Gabarrón de Mula con una cena en la que reúne a nombres relevantes de la gastronomía y el arteLa Fundación Casa Pintada ha celebrado esta noche con un estimulante encuentro artístico-gastronómico el XVII aniversario de la inauguración del Museo Cristóbal Gabarrón, en el que la conocida gastrónoma Natividad Aznar ha elaborado un menú inspirado en las obras del artista internacional así como de tres afamados creadores invitados: Nono García, Ramón González Palazón y Juan Álvarez. Para Cristóbal Gabarrón, anfitrión de la velada, esta iniciativa que hoy nace “es un paso más para desacralizar el arte y ponerlo en contexto con la gente“. La idea es que esta propuesta vaya creciendo y se configure como un espacio de diálogo entre el arte y la sociedad.“La gastronomía posibilita una actividad social, permite el diálogo y el disfrute de los comensales, y en el fondo este proyecto pretende que ese diálogo que el arte tiene que hacer sobre infinidad de cosas que atañen a una sociedad podemos validarlo con la gastronomía”, explica Gabarrón. Avanza, además, que la propuesta tendrá sus réplicas y nuevos formatos futuros, y estará abierta a posibles mejoras y a que la gente pueda, enriquecerlo o haga aportaciones para su ampliación, y darle así “la gran dimensión que pretende el proyecto”.Gabarrón recuerda también que “la gastronomía es vital dentro de la salud de los pueblos, pero además es identitaria, hay productos que se nombran con sus lugares de procedencia; y puede contener un formato artístico porque estimula los sentidos. Sabor, olor, vista con sus colores, texturas, equilibrio al emplatar… tienen en su composición una forma muy especial creativa.”El autor relaciona la gastronomía “con la amistad, con lo familiar, lo social, y el contexto de lugar y tiempo cuando se produce…”, y revela que hace menos de un año terminó una serie de obras, aún inédita, sobre diferentes platos cocinados por grandes chefs que tuvo ocasión de degustar. “Quise trasladar, de manera informal y bastante plástica, mi condición de buscar una respuesta a esa creatividad de los chefs, con una intención de completar los diferentes sentidos a los espectadores. Y eso me ha dado la posibilidad de ver que algunos chefs hacen obras que realmente son muy plásticas independientemente de todo el resto de sentidos -visión, olor, forma…-. Me interesaba realizar estas obras como investigación sobre cómo explicar al espectador algo más que la vista de un plato, sino las manchas, las líneas, los encuentros y la armonía en ese espacio. Creo que para mí ha sido una nueva forma de ver e incluir en ese hueco del arte la gastronomía”.“Las obras de Gabarrón saben a dulce y salado”Natividad Aznar, que regenta el restaurante ‘El Ventorrillo’, situado en los jardines de la Federación de Peñas Huertanas, lleva largo tiempo trabajando en torno a la unión entre el arte y la gastronomía. “El mundo del arte me apasiona”, dice, y gusta de adquirir y disfrutar algunas obras. A Gabarrón lo conoce desde que se inauguró la Fundación Casa Pintada. “Lo que Cristóbal me ha evocado siempre ha sido un sabor o salado o dulce”, repasa la chef antes de dar paso a la degustación.Cuando el Museo abrió la sede en Nueva York, Aznar preparó allí un menú inspirado en las tres culturas que han pisado Mula: judía, cristiana y musulmana. Ahora, en el I Encuentro de Arte y Gastronomía del Museo Cristóbal Gabarrón de Mula, cada uno de los artistas le ha sugerido un plato de forma diferente. Con ellos ha hablado antes de elaborar cada receta.Así, los entrantes los dedica a Ramón González Palazón, y en concreto su último trabajo titulado ‘A pesar de la oscuridad’. Con el subtítulo de ‘Aperitivos en movimiento’ lleva dos platillos: caballito negro y ajococo.Nono García es el inspirador de los primeros platos. Es uno de los artistas qué más conoce: “En general, toda su obra es de una sensibilidad especial, es muy etérea”, medita, y tomando dos nombres de sus cuadros bautiza a sus recetas. El trabajo salido de los pinceles del artista le ha llevado a “retomar una antigua receta de cebollas pasada por el tamiz del tiempo, convertida en una ligerísima espuma. En el caso de las alcachofas, de elaboración muy, muy sencilla, encontramos la máxima de ‘menos es más’ gracias a su exquisito sabor; es de las recetas para mí más simples de elaborar y a la vez me transporta a otros interiores y a otros paisajes”, relata Aznar, que es también académica correspondiente de la Real Academia Andaluza de Gastronomía y vinos.Para Juan Álvarez ha ideado un nuevo título dedicada a una de sus líneas de trabajo. Es el plato ‘Más Manga’, porque Aznar tiene su restaurante junto al Auditorio Víctor Villegas “y cuando estaba pensando en él, lo primero que me viene a la cabeza son las colas de adolescentes disfrazados de sus personajes de cómics favoritos”, sonríe. De igual modo “yo quería disfrazar alguno de nuestros productos”, y así surge una propuesta que parte de un momo, que es una receta oriental -en un guiño al origen del Manga-, pero cuyo relleno es chato murciano. Por su parte, ‘Como peces en la red’, la última novela gráfica de Álvarez, habla del doble sentido de las redes sociales y de caer en una vida monótona, pero dejando siempre una posibilidad a la salida, al amor. Esta obra sugirió una ensalada “que es como una pequeña maraña de cosas muy lejanas entre sí, como son un alga y unas hierbas silvestres, y que al final conforman algo que es una delicia”.El último plato y el postre han surgido de la obra de Cristóbal Gabarrón. “En el primer plato, ‘Universo de luz’, he jugado con la universalidad de Gabarrón. En él, intento reunir a nuestro artista con más proyección internacional con los dos productos gastronómicos murcianos más universales, el garum en el mundo romano y el atún rojo en la actualidad. Mientras que los postres, ‘Flores contra bombas’, son un viaje interior por los olores y los sabores del alma, intentando transportarme a momentos especiales de los orígenes de Cristóbal: cuando era niño, el helado que más se elaboraba era el mantecado helado -que así le llamaban-, y en el bizcochito aparecen los cítricos y la algarroba de su tierra”, describe esta estudiosa de los alimentos, autora además de cinco libros en torno a historia de la gastronomía y a su relación con el arte.Artistas internacionales con querencia por MulaLos artistas invitados tienen una estrecha relación con Mula, dos de ellos -Nono García y Ramón González- por nacer en la localidad y el tercero, Juan Álvarez, por haber residido en ella durante su infancia. A los tres les une, además, que han expuesto en el Museo Cristóbal Gabarrón.Nono García, de hecho, exhibe estos días su Naturaleza Silente en las salas temporales del museo, donde hay un cuadro con una coliflor. No en vano, está considerado uno de los grandes renovadores del género de la naturaleza muerta o del bodegón en España, y en sus obras se aprecia no solo alimentos, sino con el menaje, donde encuentra “un punto plástico de los objetos cotidianos, sus brillos y transparencias”. A García, la cocina le atrae: “es mi momento zen del día, me relaja más cocinar que pintar”.Ramón González Palazón materializa sus obras indistintamente en dibujo, pintura, escultura, instalación, videoarte y cine. Su trabajo habla sobre la búsqueda de la creación perceptiva y sensorial. En un proyecto llamado ‘Trasmutaciones’, González Palazón pintó lienzo y papel con jugo de limón, permaneciendo la imagen oculta hasta que se le aplica el calor. “Es una práctica que se usaba en la Edad Media para encriptar mensajes, es como la alquimia, que me apetecía traer a un proyecto artístico”, cuenta.El propio nombre los personajes más populares de Juan Álvarez, Los ‘Mendrugos’, “ya es suficientemente significativo. Además, al ser estudiantes universitarios, su comida era precaria, y siempre me viene el momento icónico del tomate en solitario dentro de la nevera”, recuerda el autor. Sus primeros dibujos y cómics los realiza durante su infancia muleña, quien con el tiempo ha llegado a trabajar en series como la española Don Quijote de la Mancha, así como para la americana Hanna Barbera. Igualmente, ha publicado en revistas de reconocido renombre francesas e italianas, y en las conocidas Playboy o El Jueves. Su última novela gráfica, Como peces en la red, también publicada en Italia, ha recibido muy buenas críticas“Aunque aún no esté considerada como tal, la gastronomía es una de las disciplinas de las Bellas Artes ya que cumple todos los parámetros de éstas. Lo que ocurre es que es finita, le afecta el tempus fugit, se acaba y no permanece sino el recuerdo”, reivindica la también doctora y comisaria de eventos, como colofón a un acto que ha hermanado arte y gastronomía en el Museo Cristóbal Gabarrón, que estos días está de celebración.XVII aniversario de la inauguración del Museo Cristóbal GabarrónEn el XVII aniversario de la inauguración del Museo Cristóbal Gabarrón, el artista señala que “se han cumplido las expectativas que nos propusimos en sus inicios, y afortunadamente los objetivos presentes y futuros se hacen día a día analizando y adecuando las acciones culturales a los cambios de la sociedad a nivel internacional”.En esos 17 años, señala, “la internacionalidad del binomio Fundación Casa Pintada - Museo Cristóbal Gabarrón es sin duda un gran logro para la ciudad de Mula y la Región de Murcia, no solo por sus actividades expositivas en el Museo y las exposiciones itinerantes por todo el globo, sino por los acuerdos con otras instituciones culturales, globales para intercambios y poder participar, definir y realizar proyectos por todo el mundo”.Gabarrón es un artista reconocido internacionalmente como creador de arte público, tanto pintura, como escultura o montajes monumentales, cuyas instalaciones en parques, calles y plazas han contribuido a redefinir la esencia de ciudades y comunidades por todo el mundo. Su trabajo está centrado en su interés por el humanismo, por la vida de las personas en armonía con su entorno natural, por su convivencia en paz y el desarrollo de los valores humanos.
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