Blas Miras suelta sus 'Peces de ciudad' en la historica y bella Ciudad de Murcia.
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Así presenta el artista mazarronero Blas Miras la exposición que este viernes ha inaugurado en el ahora Centro de Cultura Contemporánea de la ciudad; una gran pecera de paredes blancas por la que ahora nadan en libertad los 'Peces de ciudad' que ha soltado este profesor, artista plástico y escritor. Habitarán por allí hasta el 31 de marzo.
La imagen elegida para la invitación a la muestra -'Pez grande ayuda al chico'- resume bien el trasfondo de esta exposición compuesta por 40 esculturas, porque no responde a esa idea preconcebida de que el pez grande se come al pequeño, sino que habla de solidaridad y empatía, tal y como señala el artista en sus redes sociales. Y es que ese pez que protagoniza esta serie y mira a un mundo que no termina de comprender, actuando como alter ego del artista, viene a hablar de su compromiso con valores como la libertad y la democracia. Los 'peces de ciudad' de Miras ofrecen una mirada a la vida diferente de la de aquellos que están acostumbrados a la vida terrestre, yendo más allá de los convencionalismos sociales y buscando un mundo más justo y solidario.
Así, la exposición comisariada por Juan García Sandoval y Olga C. Rodríguez Pomares en la Cárcel Vieja propone al visitante hacer un recorrido por el proceso creativo del artista mazarronero durante los últimos diez años. Los peces realizados, con distintos materiales -principalmente madera y metal, y en su mayoría reciclados-, mostrarán su pasión por la forma y por el mensaje. Son obras que invitan a soñar con un mundo mejor, más solidario y más en armonía con la naturaleza, en una sociedad que deje de ser dominadora para pasar a ser solidaria.
De ahí también que el artista cree sus obras de arte a partir de restos y desechos de la sociedad urbana e industrial. De esta forma, Blas Miras vuelve a dar vida a materiales que ya se había dado por muertos, transformándolos en obras de arte que llevan implícitas un discurso sobre el modelo de consumo actual. De todas estas formas, los peces del artista mazarronero invitan a reflexionar sobre la sociedad actual.
Visitas guiadas y talleres
En paralelo a la exposición se ha programado una serie de actividades de mano del artista:
- Visitas guiadas: los viernes días: 2, 9, 16 y 23 de febrero; y 1, 15 y 22 de marzo, a las 19:00 horas
- Visitas y talleres para escolares: los jueves días: 1, 8, 15, 22 y 29 de febrero; y 14 y 15 de marzo, desde las 10:00 a las 12:00 horas.
- Visitas guiadas y talleres para familias: los sábados días; 3 y 17 de febrero, 2 y16 de marzo, desde las 11:00 a las 13:00 horas.
La exposición
En el recorrido, se bate inicialmente con obras insignes y sólidas, esculturas entendidas como formas cerradas, donde se abren paso a ideas diferentes sobre las relaciones entre volumen y espacio, continuando con composiciones más abiertas y ligeras, donde la pérdida de peso y materia dota de un carácter distintivo a las piezas.
En los primeros ámbitos (patio y sala de recepción), se muestran esculturas figurativas, son obras de gran tamaño, en poliéster patinado o escayola. En ellas, Blas Miras se adentra en la experimentación con la escultura e investiga las posibilidades de una obra de gran tamaño (“El pez grande ayuda al pez chico” o “Pez pato”) y la figura del cuerpo humano (“Muchacho y Muchacha con pez”).
En la primera planta, en sus diferentes ámbitos, destacan las esculturas móviles o semimóviles por la utilización de materiales reciclados, como las tuberías de cobre, la madera procedente de vigas o ramas de árboles, y el hierro al natural o patinado de color bronce. Con sus móviles realizados con materiales más ligeros, consigue “dibujar en el espacio”, como con la obra “Me andaré por las ramas”, con más de 3 metros de diámetro llega a establecer una relación íntima con el espacio, y el movimiento hace que las propias obras sean cambiantes.
En estas piezas, imperan los volúmenes livianos y casi desmaterializados, la superficie escultórica se hace línea y aire, son composiciones que activan el espacio circundante. Las esculturas se construyen a partir del espacio atrapado, y las tensiones que impone la presencia de formas y sensaciones de lleno y vacío.
Fuentes:
Cmon Murcia
MurciaPlaza
Blas Miras (Mazarrón, 1957) es profesor, artista plástico y escritor. En 1979 ingresó como docente, compaginando dos de sus grandes pasiones: la enseñanza y la creación artística, participando en numerosas exposiciones como pintor y escultor. En el 2007 se estrena como autor de libros infantiles con títulos como El vencejo del Museo Ramón Gaya y Miguel y el Mubam, editados por dichos museos. Con la editorial Dylar ha publicado la colección Ratón Blanco aprende a hacer amigos, todos ellos ilustrados por Virginia García. Los dos primeros títulos de esta colección, Por Favor y Gracias, han sido galardonados en Estados Unidos con el primer y segundo premio del certamen internacional Latino Books Awards 2015 como mejor álbum ilustrado con fines educativos; Te la dejo fue galardonado con el tercer premio en el 2016 en el mismo certamen y categoría. Con la editorial Valnera ha publicado este año El Abeto, ilustrado por Carmen Herrero.
Desde 1985 que empieza a exponer como artista plástico, ha realizado más de 60 exposiciones. Su obra se caracteriza por explorar materiales cotidianos como el ladrillo, el hierro, el cartón o las maderas encontradas, asociadas a imágenes poéticas que intentan aflorar su mundo interior. Es en esa época, en los ochenta, cuando presenta la colección “Hombre de barro”, figuras de dos metros realizadas con ladrillo manipulado que reivindicaban la fragilidad del ser humano.
En los últimos años, destacan las siguientes series que han formado parte de proyectos expositivos: En El ombligo de la Luna (2008), elaborada con cartonaje industrial, recrea estados de ánimo a través de las distintas fases del astro. Como pez fuera del agua (2013), se desarrolla a partir de maderas encontradas o hierros deteriorados, y es un alegato contra la homogeneidad y el pensamiento único. La nube roja (2018), profundiza en el personaje del pez-pato que ahora persigue nubes, es decir, indaga en aquello que les hace diferentes: la capacidad de ensoñación. Portadores de sueños (2022), reflexiona sobre la esperanza, el poder regenerador de los amadores frente a catastrofistas y odiadores.
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